En la presente columna, no pretendo abordar la clásica visión sencilla atribuida a la idiosincrasia, no voy a hablar de burocracia, ni desgano, ni flojera... al contrario.
Es así, como en estas fechas mi visión y sentimiento de injusticia se alimenta más y más.
Este semestre quedé libre, solo con un ramo a cuestas, así que decidí trabajar toda la semana. Ahí empezó la tragedia de buscar empleo full time; tragedia, porque cual no sería mi sorpresa, al toparme con sueldos deplorables en trabajos donde ni siquiera se garantizaban fines de semana, 6x1 o 5x2, donde ofrecían sueldos entre $130.000 y $220.000. Al principio pensé que era un error de interpretación de los sueldos, pero en cada entrevista, aclaraban que esas eran las condiciones, y que a partir de ese sueldo, podías recibir comisiones por venta. Sin contar que tu integridad laboral estaba bastante desprotegida, debido a que la mayoría de los trabajos son a través de empresas externas; que exigen mucho, y garantizan poco.
Pero fue a través de las entrevistas donde conocí gente desesperada por obtener el puesto de trabajo. Jóvenes, Madres solteras, Señoras separadas, Caballeros que ya nadie quiere contratar... personas para las que es vital obtener ese empleo, ya que con ese sueldo tienen que mantener una casa, pagarse algunos estudios técnicos, pagar la pensión alimenticia, etc... Personas que por no tener estudios universitarios, no pueden aspiarar a un sueldo más alto, ni a una calidad de vida mejor, porque no se valoran sus capacidades ni habilidades sin un cartón que lo demuestre....
Se torna evidente así, que para muchas empresas, es gravemente inconveniente el que se garantice la educación gratuita para todos, puesto que hasta ahora tienen asegurada su mano de obra barata, endeudada, y desesperada.
Arranqué de muchas entrevistas con rabia, y pánico de vivir al centro de la injusticia.
Al pasar los días, decidí trabajar para una empresas de recursos humanos relativamente más seria, y que por lo menos me garantizaba algunos beneficios laborales, sin contar que dentro de las expectativas del mercado, el sueldo estaba por sobre la media. Pero comenzó el segundo remezón...las conversaciones con otros trabajadores del local donde me encuentro , quienes trabajan para diversas agencias externas.
Los casos más llamativos, parten por el guardia de seguridad, quien hace dos turnos diarios, es decir 16 horas, para obtener un sueldo de aprox $400.000. 16 hrs diarias, 6 días a la semana.....juzgue ud mismo.
El otro guardia, que vigila el sector externo del "boulevard", trabaja en turnos de 8 horas, dos mañanas, dos tardes, dos noches y dos libres, todo por la módica suma de $220.000 mensuales...sin contar que no pudo terminar sus estudios medios, porque fue padre a los 17.
Los reponedores ganan aproximadamente $200.000 por trabajar 6 veces a la semana, al igual que los vendedores.
Y así, suma y sigue, en muchos lugares a lo largo del país. Puedo sospechar que una de las mayores estrategias del sistema, es mantener en la más profunda ignorancia a su pueblo, para poder sostener mano de obra barata. Es así como les convienen los embarazos adolescentes en los sectores vulnerables, les conviene no legislar sobre el aborto, y les conviene la prohibición de repartir PAE en los consultorios.
Mientras tanto, algunos sectores del país se oponen a ampliar la cobertura de la educación sexual, no hacen programas efectivos y tratan de evadir la responsabilidad, apelando a factores morales: añaden que nadie los manda a ser padres tan jóvenes, que se abstegan...( si apenas disfrutas de la vida , no te pueden negar lo más básico, que es el amor y el sexo).
Por otro lado, el costo de estudiar, puede ser demasiado alto para algunos, no solo por los aranceles, si no que por el tiempo. Muchos no pueden darse el lujo de pasar 5 años en la universidad sin generar ingresos. Es así, como la máxima aspiración es una carrera técnica, que en nuestro país, son muy mal pagadas. De esta forma, sin excluir casos excepcionales, el círculo de la pobreza se perpetua.
Por todo lo anterior, es que quiero convertir este ensayo en una apología, y a través de esta, manifestar mi más absoluta admiración por estos trabajadores abnegados, sumisos, que prefieren seguir en la rueda del sistema antes que caer en actividades ilícitas, que cumplen con los horarios, que no faltan, que se resignan a su suerte y sus circunstancias...sinceramente los admiro, puesto que yo en su situación estaría totalmente indignada, y quien sabe, quizás me convertiría en narcotraficante o mechera.
Sinceramente pienso que con esta calidad de vida que tiene una gran mayoría, deberíamos agradecer que en este país no exista más "delincuencia".
Es impactante la violencia ideológica que genera el modelo implantado, experimental y salvajemente, en nuestro país...
Y mientras tanto, en un universo paralelo, una funcionaria de gobierno declara a través de internet que su sueldo de 3 millones y algo, es "reguleque".
Y mientras tanto, los aranceles universitarios, doblan el sueldo mínimo.
Y mientras tanto, el transantiago aumenta los precios como "castigo a la evasión"
Y mientras tanto, los medios satanizan a los "violentistas"
Y mientras tanto, vemos el último reality para no pensar en lo que nos rodea.
Pero no todo es pesimismo, y es que gracias al movimiento estudiantil, y el eclecticismo que ha generado en su entorno, muchos nos hemos dado cuenta de que seguimos vivos, y que es la hora de abrazar el derecho a vivir de verdad...y no solo de sobrevivir.
