jueves, 14 de octubre de 2010

¿Perder para ganar?

Y ojo que no es el slogan de algún programa para obesos que gastarán sus días en competencias y torturas casi satánicas en el encierro. No, me refiero al dolor que siento hoy, a la desición que tomé hace tan poco de dejar ir por querer algo más. De abandonar estabilidad, compromiso, futuro seguro, amor seguro; por incertidumbre. No sé si hice lo correcto, a mis casi 26 años sentía que tenía la vida hecha, pero la vida empezó a susurrarme a diario: deshazme, créame nuevamente....
Terminar una relación cuando no hay motivos aparentes es una decisión sumamente difícil, especialmente cuando el otro se niega por completo a lo que pasa, te odia, te insulta... pero tengo que asumir que tras tomar aire, y decidirme, me siento más joven, más liviana...y más sola.
Pero la soledad es un argumento muy egoísta para sentirse obligado a estar con alguien que te ama, prefiero morderme la lengua sola, sufrir sola, que involucrar más...
Como Sabina dice: Mi manera de comprometerme fue darme a la fuga....

viernes, 8 de octubre de 2010

y ahora, quien podrá defenderme?

Inevitablemente, necesito escribir. Nunca había entendido, o por lo menos creído, el asunto de que las edades generan inexorables crisis personales...nunca hasta estas últimas semanas en las que me encuentro arañando el paso siniestro hacia los 26 años.
Más que la edad, asumo que cuando se habla de crisis, es cuando nos damos cuenta de que pasa el tiempo y de cierto modo nada cambia, para mejor, evidentemente.
Y claro, uno se percata de que hay gente a la que le ha ido bien en general, ha triunfado en esa vida perfecta que detalla un verdadero sueño americano, y no hablo de brillar o resaltar, conozco a unos tantos que por eso mismo se sienten agobiados; hablo de la más pura mediocridad de seguir los ritmos que cuando más jovenes juramos de pie que nos nos atacaran.
Probablemente una parte de mi inconsciente se quedó en esa era, la otra parte sin embargo , creció, y esa dicotomía entre el ser y el querer me está ahogando.