martes, 5 de julio de 2011

La ideología de la no-ideología


A propósito de las movilizaciones estudiantiles de la que he sido testigo y parte durante los últimos meses, me impacta mucho los alegatos de sectores políticos que critican la ideologización y politización del movimiento estudiantil...Existe una satanización de conceptos que nos forman como seres sociales.

Es aterrador pensar que el pragmatismo a llegado a tal punto en la política, que actualmente constituye una ofensa hablar desde la misma.

Y es que la clase política que conocemos como tal, las figuras públicas, forman parte de lo que yo defino como politiquería: una clase que solo compite por poder posicionarse como ganadores.

Ni siquiera ellos se percatan de que su visión de mundo pragmática, es tan política e ideologizada como cualquier otra.

Etimológicamente la palabra política proviene “del latín politicus adjetivo de político; del griego polítikòs, de los ciudadanos; de politês ciudadano; y de pòlis ciudad” es decir, politica es aquello que involucra a los ciudadanos y los asuntos públicos. Explicado de manera sucinta: "constituye el proceso orientado ideológicamente hacia la toma de decisiones para la consecución de los objetivos de un grupo".

En el mismo sentido, ideología, se define como el "conjunto de ideas sobre la realidad,sistema general o los sistemas existentes en una práctica de la sociedad."

Y es que al final del día las decisiones del diario vivir constituyen una mirada política e ideologizada del mundo. La manera en que me enfrento a los problemas, la forma en que respondo, me alimento, decido vestirme, o como doy mi opinión. Parte de la gracia de ser humano la constituye el hecho de poder razonar desde nuestras propias vivencias y experiencias de vida, a partir de las cuales construimos nuestra visión de mundo, y la manera en que nos parece más lógico solucionar los conflictos que se presenten en este.


Un movimiento no ideologizado sería entonces un grupo de personas que no sabe porqué se manifiestan.


Un gobierno no ideologizado no intentaría inmiscuir en los asuntos públicos el lucro como móvil básico de las relaciones humanas.


Un gobierno no ideologizado no basaría el bienestar de su población en cifras duras del PIB, crecimiento mensual, o tasas de empleabilidad o consumo.

Al parecer tener ideas sobre el mundo, no está de moda. Todo esto es una sádica herencia que nos dejó la dictadura, pero la más ideologizada de las dictaduras...la dictadura económica; la que al contrario de ser derrocada, ha sido potenciada grotescamente durante todos estos años, moldeando nuestros carácter, la forma en que pensamos, razonamos y vivimos.

Suena tenebroso, y lo es; creer que en un futuro cercano se elimine de nosotros cualquier vestigio de opinión que contradiga a este sistema económico dictatorial que maneja la economía como la única verdad, y el libre mercado como la única economía posible. Suena tan oscuro como la baja edad media y la dictadura de la iglesia atentando contra los hombres.

Todos tenemos ideas sobre el mundo, formas de solucionar los conflictos, propuestas sobre nuestro entorno y eso no es malo, al contrario, es parte de lo increíble de ser acreedores de “humanidad”. Valoremos esta misma, tenemos la capacidad y la posibilidad de cambiar el mundo a nuestros pies. Llegó el momento de permitirnos darnos una oportunidad como humanos y empoderarnos de un entorno gobernado por la economía.


¿Cuándo comenzamos?